Chile “descubre” que la Argentina podría haber extendido la guerra en 1982

Junio 2005

 

El tema es viejo pero interesante ya que nos toco viajar a Chile con Moncayo y algunos integrantes de RECONS conocíamos perfectamente el cuadro de situación estratégico chileno.


En aquel entonces las compras argentinas en materia de armamento naval y aéreo superaban largamente los 2000 millones de dólares.


Eran básicamente sistemas de armas, lo que implica la compra del material ,la reposición llave en mano y el entrenamiento del personal humano para su uso.


Los sistemas de armas tienen una duración de medio plazo –cinco años a lo sumo -luego se convierten en las pretéritas reliquias con las que cuenta hoy el Ejercito nacional argentino. El razonamiento chileno era que si la Argentina no utilizaba el armamento en un punto de aferramiento con gran desgaste – lo fue milagrosamente para ellos Malvinas en 1982 – inevitablemente lo virarían hacia Chile.


La gran batalla de Malvinas,mas que una guerra clásica fue una gran batalla polivalente , descomprimió la presión objetiva y logística sobre Chile, abrió expectativas geopolíticas al largo país cuchillo – Chile como Israel no soportaría un segundo golpe – y entrelazó aun mas las relaciones de ese país forjado por araucanos,i ngleses, suizos, croatas y alemanes – todos pueblos guerreros -con Gran Bretaña.


El ABC DE Perón e Ibáñez ya había quedado muy atrás y Chile se proyecta a ser la nueva España de Sudamérica.


El canciller Bielsa, frecuentador del asunto ya en 1980, conoce muy bien los detalles de estos entuertos. Del lado chileno, el senador Papy Bayer, socialista, es un especialista en inteligencia que comprende bien estos problemas estratégicos y nada tiene en común con la pandilla de Miguel Angel Toma que, del lado local, se despacha por entender en temas de alta estrategia generalmente relacionados con el catering y a veces ,el simpático camino azul que se llama blue way y que no es precisamente una obra del dramaturgo sureño Tennesse Williams.


La diferencia estriba en que la senadora socialista Bachelet durante su paso por la Defensa ha sobrearmado a Chile – siguiendo el modelo argentino de los 70 - y el cobre sigue siendo el pulmón económico que por constitución nutre las necesidades de sus Fuerzas Armadas. Esto es bastante lógico porque Chile enfrenta una hipótesis de conflicto con Perú, el posible desmembramiento boliviano y la falta de certezas de la política exterior argentina ,dividida entre los años 90, la señora Bolocco, los acuerdos gasíferos con un ente en vías de desaparición – Bolivia justamente y la fuerte presencia peruana y boliviana en su propio territorio.


La política de financiamiento de Chile es algo así como si la Argentina mediante las retenciones a las exportaciones una eventual política de Estado financiara de forma sostenida a su poder militar.


Demasiado utópico tal vez?


Por ahora la hipótesis de conflicto del Ejercito nacional es simplemente interna y se limita a la señora Hebe de Bonafini.


La Redacción            

 

El ex jefe de la Fuerza Aérea chilena dice que temían un ataque argentino en la guerra del 82 Malvinas: un ex militar revela datos sobre la ayuda de Chile a Inglaterra.

 

El dictador Augusto Pinochet facilitó informes de inteligencia y pistas de aterrizaje a los aviones británicos

El ex jefe de la Fuerza Aérea de la dictadura chilena, general Fernando Matthei, dijo que Chile colaboró con Inglaterra durante la guerra de las Malvinas porque temía un ataque de parte de la Argentina.

La posibilidad de ese ataque no era "una suposición", dijo
Matthei en una entrevista con el diario La Tercera, y aseguró que el entonces dictador general Augusto Pinochet "estuvo de acuerdo con tener una colaboración
estratégica con los británicos".

Según Matthei, el dictador argentino de la época Leopoldo
Galtieri "les comunicó a los argentinos, en la plaza de Mayo, que iba a recuperar todo lo que era argentino y que estaba en el sur y todo el pueblo argentino rugía de aprobación".

Matthei habló con el diario tras conocerse que un libro del
historiador británico Lawrence Freeman, de próxima aparición y escrito a solicitud del gobierno de Tony Blair, detalla la colaboración que recibió ese país durante el conflicto por el archipiélago austral en 1982.

Blair envió copia del capítulo sobre el tema al presidente
Ricardo Lagos, quien a su vez, la hizo llegar a su colega argentino Néstor Kirchner.


Negocios entre amigos

Matthei explicó también que los ingleses ofrecieron a Chile la venta de material aéreo en condiciones excepcionales, en momentos en que el país sufría un embargo para la compra de armas.

"Nosotros necesitábamos reforzar la Fuerza Aérea y en ese momento no podíamos comprar en ninguna parte, estábamos embargados por todos lados", dijo el general retirado. "Entonces, ahí tuvimos la oportunidad de comprar
material a muy bajo precio", agregó.

Matthei dijo que Chile compró así nueve aviones Hawker Hunter y, después de la guerra de 72 días en que Inglaterra recuperó las islas ocupadas por Argentina, recibió tres aviones de reconocimiento fotográfico.

Gran Bretaña recompensó esa ayuda con la venta a bajo precio de aviones y misiles a la fuerza aérea chilena y la entrega de un moderno radar de larga distancia, según los informes de la época.

Matthei aseveró que "la hermandad argentina es muy importante para mí, pero en ese momento, ante una amenaza, tan clara, yo, como comandante en jefe, tenía la obligación de hacer todo lo imaginable para reforzar la
defensa de Chile, que era mi responsabilidad".

El ex jefe militar aseguró que no tuvo conocimiento de lo que hizo el ejército chileno durante el conflicto, pero dijo que el dictador Pinochet, que además de encabezar el gobierno comandaba esa arma, aprobó la acción de
la Fuerza Aérea.

"El general Pinochet estaba de acuerdo porque yo, antes de hacer cualquier cosa, fui y hablé con él y le dije como veía las cosas. El estuvo de acuerdo con tener una colaboración estratégica con los británicos", dijo Matthei.

Según los informes, la colaboración chilena, reconocida incluso por la ex primera ministra británica Margaret Thatcher, consistió básicamente en proporcionar a la fuerza expedicionaria inglesa información de inteligencia,
y permitir el uso de pistas de aterrizaje en territorio chileno.

El presidente Ricardo Lagos informó a su colega argentino Néstor Kirchner sobre la colaboración chilena a los británicos durante la guerra por las islas Malvinas, según informó esta semana la prensa chilena.
 

Espaldas bien cubiertas

Las revelaciones sobre la cooperación en 1982 a los británicos por parte de la dictadura de Augusto Pinochet, ya anticipada hace unos años por el ex jefe de la fuerza aérea chilena, están contenidas en el libro "Historia oficial de la campaña de las Falkland" (Malvinas), que Lagos
recibió en marzo del primer ministro Tony Blair.

El diario El Mercurio, que dedicó el viernes una amplia
información sobre el tema fechada en Buenos Aires, dijo que el embajador chileno Luis Maira confirmó al periódico que Lagos informó a Kirchner, por su intermedio, en abril, la colaboración chilena a los británicos.

Lagos tenía interés en que las revelaciones no afectaran el buen nivel de las relaciones con Argentina, aunque la cooperación militar chilena se produjo durante el régimen de Pinochet, quien gobernó entre 1973 y 1990.

La historia oficial del conflicto bélico consigna también el
temor británico de que el régimen chileno, después de la rendición argentina, atacara a la Argentina.

Las sospechas sobre el apoyo que la dictadura chilena estaba entregando a los británicos durante el breve conflicto bélico quedaron en evidencia cuando un helicóptero inglés aterrizó de emergencia en territorio
chileno y sus tripulantes lo destruyeron.

El régimen de Pinochet negó en su época la cooperación con los británicos. Públicamente procuró mantenerse al margen del conflicto y respaldó la reivindicación argentina de las islas Malvinas, que llegó al colmo en la increíble declaración del propio dictador chileno, cuando dijo
que "Argentina tiene las espaldas bien cubiertas". (AP y DPA)
 

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