Sigue la guerra ecológica

Julio 2005

por la Redacción


La otra cara de Uruguay vs. Argentina: "Ya nos comimos la aftosa del inepto de Berhongaray"


Gustavo Hernández Baratta, director de ElPlata.info, de Uruguay, escribió una carta a la Redacción de U24, explicando cómo ven los uruguayos un tema que ha provocado tanta polémica en el oficialismo argentino.

 Debe destacarse que ElPlata.info lejos está de ser un medio de comunicación que simpatiza con Encuentro Progresista-Frente Amplio y Tabaré Vázquez, sino todo lo contrario; pero en esta ocasión considera que debe prevalecer el interés común de los uruguayos. La carta:

Estimado Director:

Tú sabes muy bien que no es ni mi arte ni mi oficio el andar defendiendo al gobierno de Tabaré Vázquez sobre el que, por otra parte, día tras día acumulo cosas que reprochar. No es en defensa del gobierno de mi país que te escribo estas líneas, no.

Te escribo porque me invade la calentura que me provoca el ataque de absurdo ecologismo que campea hoy en el gobierno argentino en relación a las plantas de celulosa que dos empresas, una finesa y la otra española, pretenden instalar a orillas del Río Uruguay con el concurso del Estado Uruguayo y su actual gobierno y que, curiosamente, no se manifiesta ni por asomo en los estropicios ambientales que ocurren a diario en este bendito país y sobre los que no solo las autoridades no dicen nada sino que - sospecho - ocultan y apañan con cuidado esmero.

Te desafío a que salgas a la calle y respires. Día a Día los porteños (nativos y adoptados) tragamos toneladas de humo expelido por decenas de miles de colectivos, autos particulares y de alquiler sin que a ninguna autoridad se le ocurra preguntarse siquiera el impacto que éste tiene en nuestros pulmones. A Ginés le fascina perseguir fumadores pero ¿qué autoridad pública está haciendo o pensando algo para evitar esa catástrofe ecológica cotidiana llamada Buenos Aires?

Antes de salir de la Capital te invito a detenernos un minuto a orillas del Riachuelo -ese que María Julia prometió limpiar en 1000 días pero que hoy, a más de 2000 sigue tanto o más contaminado que antes con deshechos industriales de toda índole que convierten sus aguas en un barro nauseabundo propicio para la multiplicación de toda clase de peligros para la salud -sobre todo- de la pobre gente pobre que habita el basural de sus orillas.

Si vamos para el sur, nuestras narinas acusarán la pestilencia de toneladas diarias de basura dispuestas en la superficie sin ninguna clase de tratamiento ni precaución (de la que para colmo se siguen alimentando cientos de compatriotas). Basurales contaminantes tenes por todas partes.

Si vamos hacia el oeste nos toparemos con la desidia pública en su máxima expresión: la contaminación hasta mucho más allá del límite de lo humanamente soportable de las napas freáticas con toda clase de agentes químicos. De esas napas obtiene el "vital elemento" casi la mitad de los habitantes del conurbano bonaerense.

Vayamos por el norte. Bajá al Rio, querido Edgar, en los "bacanes" barrios de Olivos o San Isidro y cuando contemples las toneladas de basura desparramadas por la costa pensá si somos los argentinos o los uruguayos los que mejor cuidamos nuestro medio ambiente.

Kirchner está muy preocupado por el impacto ambiental de las plantas. ¿Por qué? Ni a él ni a nadie le he oído decir jamás nada de las terroríficas consecuencias que el mal uso de pesticidas y agroquímicos tiene en los pobres habitantes de las regiones yerbateras de misiones a quienes el cuerpo les acusa toda clase de monstruosidades. Aún hoy, y pese a los ingentes esfuerzos de entidades como el CPIA (Consejo de Agrónomos) en este país cualquier persona aplica agroquímicos sin necesidad de supervisión técnica.

¿Por donde se pasan los funcionarios los estudios de impacto ambiental en las explotaciones auríferas concesionadas en el sur? Podría escribirte páginas enteras con ejemplos concretos de desidia y mala fe del gobierno argentino en lo que respecta al cuidado del medio ambiente y de nosotros, sus moradores. Sin embargo Kirchner arrenmete contra el Uruguay y se pelea con el único gobierno de la región al que aún no le había descargado sus frecuentes iras. Curioso cuando Kirchner hizo tanto para que Vázquez fuera presidente del Uruguay, violando la soberanía de nuestro país.

Sospecho que al Señor Presidente argentino no le preocupa tanto la salud de los habitantes de la margen occidental del Río Uruguay cuanto hacer puntos entre el electorado entrerriano de cara a las elecciones de octubre. Me temo que sea la tapa de Clarín y no otra cosa lo que mueva al gobernador Busti (quien por otra parte estaría cortando la cinta inaugural si las plantas hubieran sido instaladas en sus feudos).

No creo que sea la calidad de vida de los sufridos hombres y mujeres de Gualeguaychú, pueblo casi fantasma que apenas sobrevive apelando a un carnaval que cada año comienza más temprano y termina más tarde. Solo les importan los votos. Ni el hambre, ni la miseria, ni la salud, ni la educación. Sólo los votos. Para conseguirlos no solo arruinan como arruinan a la Argentina sino que no trepidan en querer cagar también al Uruguay. Nos comimos la aftosa del inepto de Berhongaray, pero esta no se las podemos dejar pasar.

Abusando de tu generoso medio, apelo a los ciudadanos de la Argentina a que mediten sobre la clase de gobernantes que tenemos y que entre tantas se dedican a saquear nuestros ahorros cada diez años. Les pido que saquen cuentas sobre si este ataque al desarrollo del Uruguay es en defensa de la calidad de vida de los argentinos o simplemente una expresión más de quienes solo hacen su propio negocio político.

Un afectuoso abrazo,

Gustavo Hernández Baratta
 

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