Julio 2005
por Rodolfo Iribarne
Querido amigo:
Comparto tus reflexiones que importan dejar de lado años de “pueblo y ejército”, “Nación en armas” y otros apotegmas que, como pronosticara Bolívar en la Carta de Jamaica, dejaran a nuestro pueblo más que a otros incluso, a merced de los vaivenes cívico-cuarteleros e impidieran la construcción de una república, lo que nunca fue verdadero objeto del desvelo colectivo.
Es valiente de tu parte decirlo, sin renunciar por ello a tu pertenencia militar y peronista.
No sólo radicales y peronistas nacimos del cuartel. Roca construyó el poder desde los fortines y fue el caballo del comisario de Avellaneda como ministro de guerra. Roca, Justo y Perón fueron los tres ministros de guerra que desde allí se catapultaron a Balcarce 50 –Justo con el interregno Irigoyen-Uriburu antes, pero en forma sustancialmente análoga en lo que a dominio del ejército supone que los otros dos, pero sumándole el cinismo de un “profesionalismo” que sólo potenciaba al partido militar en la coalición cívico-cuartelera del momento.
La construcción de la República, de instituciones por sobre los hombres, es la tarea pendiente no sólo para ser Nación sino para superar la irrelevancia y decadencia en la que estamos.
Y si no lo hacemos nosotros, cuando sea necesario lo harán de afuera convirtiéndonos en los nuevos hijos de Fierro que, nuestro sino nos llevó a honrar, recrear y asumir, en vez de enterrarlos como cimiento de la república que debió ser. Esperemos que si así es, aprovechen la oportunidad, y no cometan el mismo error.
Un abrazo.
Rodolfo Iribarne
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