Respuestas a “Adiós a Recons”

Noviembre 2005

 

La intención es que “El hijo de Reco” sirva para plantear ideas, construir – paso a paso, discusión a discusión – propuestas nuevas sobre formas dignas de ser argentino, o americano del Sur, para el que lo prefiera así, o aún de ser humano en el tiempo que nos toca. ¿Cómo hacerlo, sin imponer mis prejuicios ni pretender hipócritamente que no los tengo? No es fácil, pero tengo “cierta certeza desafiante”, para plagiar a uno de mis corresponsales, que vale la pena intentarlo.

Para empezar, porque el site, largos meses hibernado, reaparece ahora, me parece útil reproducir cuatro respuestas diferentes que suscitó mi artículo “Reflexiones en la víspera y un adiós a Recons”. Un peronista joven y cuestionador, Gustavo Lahoud, plantea construir un camino de participación desde bases concretas, en los barrios; un hombre de la izquierda nacional, que debe permanecer anónimo porque tiene responsabilidades en un gobierno, confía en la fuerza de los movimientos sociales, en particular de los trabajadores. Mi amigo Del Corro, periodista, profesor de historia y hombre de sólida formación marxista hace un análisis agudo y feroz de las elecciones pasadas (una versión más formal y light de su mail apareció en “Rebanadas de Realidad”) y Alberto Delfico, patriarcal, bendice la propuesta desde su larga experiencia política-sindical. Un dato curioso: los dos más jóvenes, Gustavo y el de la izquierda nacional, son más duros con Kirchner y la situación actual que lo que somos en nuestras líneas los tres más veteranos: Fernando, Alberto y yo mismo...

 


 

Ante todo, celebro la lucidez del análisis político realizado por Abel.

En verdad, estoy convencido - ya con cierta certeza desafiante- que es necesario comenzar a plantear un camino de participación política y social que nos permita reconstruir una identidad desde bases concretas, materiales, claramente visibles, como son las que se pueden objetivar desde los barrios, desde las comunas.

Ciertamente, el tiempo transcurrido, las esperanzas de tantos peronistas deshechas luego de las amargas experiencias vividas, las frustraciones manifiestas en armados políticos vacuos de contenido propositivo importante y la eterna lucha por el control de un poder enajenado cada vez más del ciudadano, nos impone un desafío mayúsculo: ser capaces de recuperar una idea de Proyecto de Nación, que reivindique nuestra pertenencia a la comunidad y revalorice el locus y el tempo estratégico de la política como actividad transformadora.

Coincido en el diagnóstico encarnado en un nombre (Carlos Grosso), que se ha transformado ya en imagen de vital y esencial decadencia como exponente del dirigente político amigo de sus amigos y ajeno a las problemáticas del ciudadano.

Ese rol, entre administrativo, gerencial, pseudointelectual y elitista, ha terminado por intoxicar estructuralmente al conjunto del peronismo y le ha quitado- con el devenir de los acontecimientos de los pasados 20 años- una dinámica transformadora que ha sabido preservar- mediante un mecanismo de indudable trasvasamiento generacional que era en sí mismo encarnación de renovación política, económica y social- lo mejor de las tradiciones populares del movimiento peronista.

Finalmente, creo que no debemos cejar en la posibilidad de seguir alentando un nuevo proyecto que nos permita canalizar tantas energías dispersas en un escenario de persistente erosión institucional y de "manejo impiadoso" del poder, que es lo que hoy nos transmite "el hálito mortificante" del proyecto kirchnerista.

Por lo menos, como argentino y peronista, no me siento definitivamente abatido, porque mientras hay vida, hay lucha y mientras se lucha, la vida se dignifica.

Gustavo Lahoud.
 



Estimadísimo:
Leí con atención vuestras reflexiones. Quienes desde la izquierda pensamos que la base social del peronismo sigue siendo, antes que nada, los trabajadores y cuya columna vertebral sigue siendo el movimiento obrero organizado, compartimos la lucidez con la que hoy Ud. define al Partido Justicialista. Como diría un filosofo alemán, la historia tiende a repetirse, una vez como tragedia y otra vez como farsa.


Es así que concuerdo totalmente en sus afirmaciones sobre que el PJ se parece más al viejo PAN roquista que a cualquier otra de las expresiones electorales que nacieran con posterioridad a la rebelión popular contra el hijo de Roca (y de Runciman) hace 60 años y algunos meses.


El compañero de toda la vida de ese viejo filósofo alemán contaba en un libro sobre la evolución de la naturaleza en general, que sin muerte ya no solo no hay posibilidad de vida sino tampoco de alcanzar un estadio superior de evolución de la misma.


Por eso me permito discrepar con Ud. en el remoto eco frondicista del actual gobierno y mas aun en el supuesto equilibrio entre el Chávez y Bush que Kirchner practicaría.


Esta autentica coalición - tan bien descripta por Ud. entre el aparato Justicialista y los remeros del radicalismo - siguen siendo pequeños y meros operadores de la prolongada década infame que el país aun soporta. Si a alguien le cabía alguna duda el cheque de 10.000 M Y NUESTRAS TROPAS EN HAITÍ SE LAS DEBEN HABER ESFUMADO.
Confiando en nuestra historia y en las fuerzas sociales que la motorizan una vez mas los trabajadores llegaran a su plaza y harán tronar el escarmiento; será mas temprano que tarde aunque nosotros no lo veamos.
 


 

...Me parece que la cobertura de los medios ha sido espantosa. No se analizan cosas importantes como la desaparición de "todos" los partidos. Se han conformado fuerzas territoriales de los gobernadores, cualquiera sea el rótulo. Hemos vuelto a las ligas de gobernadores pre Julio Roca, que organizó el Partido Autonomista Nacional y terminó con las ligas. Hay hechos positivos como la definitiva desaparición de Luis Zamora y el fracaso del proyecto banquero del PC, como también el truco de impulsar personajes emplumados. Otra cosa interesante es el fracaso de los kirchneristas por afuera del PJ: ninguno sacó ni un voto, ni acá ni en las provincias, como le pasó a mi amigo el Tigre Cavallero que se derrumbó. También se mostró el fracaso de la idea del trabajo asambleísta y de las futuras comunas en los barrios. Las pequeñas agrupaciones sacaron cifras irrisorias. Muy interesante la conformación del mapa electoral porteño. Macri ganó en las 28 circunscripciones, pero el segundo lugar fue para Bielsa en toda la zona más pobre, en el sur: Barracas, Boedo, Boca, Villa Lugano, Nueva Pompeya, Mataderos, Parque Patricios, Villa Soldati, Villa Riachuelo y Liniers en la franja central. En cambio la Carrió ganó en el centro y en el norte, los barrios de gente como uno: Barrio norte, Palermo, Belgrano, Flores, Caballito, Almagro y todo lo demás. Es claramente una representante de la derecha progre. En Buenos Aires es interesante el voto que obtuvo Julio Cruciani con su vecinalismo. Más del dos por ciento, delante de todos los aparatitos de la izquierda. Mario Cafiero cometió el error de ir de candidato de los trotskistas en lugar de haber conformado un frente con cualquier nombre y alguna entidad peronista. La gente no lo votó. Lo mismo le pasó a Patricia Walsh en la capital. También hubo una derrota del voto en blanco y compañía. La gente votó sin interés ni convicciones pero votó. Muy bueno lo de mi amigo Emilio Martínez Garbino que salió solo en Entre Ríos y se consagró diputado (tenemos que ir a comer un asado a su casa en Gualeguaychú), Rodríguez Saa volvió a mostrar que, mas allá de todo lo que se le quiera endilgar, ha gobernado bien la provincia y la gente lo apoya. Pérsico salió senador porque la ley no fija pisos para las minorías, salís segundo y chau, pero el Adolfo se llevó los tres diputados porque allí hay sistema d'hont puro. Es muy completa la liquidación de la UCR en la capital. Sacó solo el dos por ciento y no tiene regreso. No metió ni un legislador de la ciudad. Con los computados actuales meten uno Zamora y La Porta, siete Bielsa, ocho la Gorda y trece Macri. La legislatura porteña tendrá un claro giro a la derecha. Ibarra fue un claro derrotado: fue a dar su apoyo al cierre del partido socialista donde avaló a La Porta: sacaron solo el 4,5 por ciento y van a tener cuatro legisladores sobre 60. Muy buena la desaparición de grupos políticos truchos como los de Jorge Mercado (Zulma Faiad no existió) y de Giorno, que gastó un platal y no llegó al uno por ciento. Muy buenas las muertes políticas de Carlos Menem y Eduardo Duhalde. Es una mala cuenta decir que NK va a tener 80 o 100 diputados. Una parte importante de los duhaldistas se pasarán. El resto participará de la alianza Macri-Sobisch-López Murphy-Patti, al igual que algún desecho del menemismo. Duhalde si quiere seguir vivo tendrá que sumarse allí como socio menor. Ahora habrá que ver como sigue la economía. Va a ser difícil que puedan parar la inflación, aunque no parece que se vaya a disparar demasiado en los índices. Pienso que se va a estacionar entre el 12 y el 15 por ciento anual porque, además, con ese índice se van a hacer necesarias las correcciones salariales. De no hacerse eso veremos que pasa con el humor social. Además vendrán las correcciones de tarifas y a nivel mundial se profundizará la tendencia del encarecimiento de los precios de la energía arrastrados por el barril de petróleo. Mi nota de China, que fue leída en la Escuela de Defensa, tiene mucho que ver con eso porque el tema energético es central hasta para un gigante como ese. Coincido con Morales Solá en que el 40/42% para la primera elección legislativa no es gran cosa. Alfonsín y Menem estuvieron muy por encima de eso. Solo De la Rúa estuvo debajo y se cayó. Hoy no está la cosa como para que se caigan, pero tampoco para que toquen el cielo con las manos. Volviendo a la capital, Macri y el frente de derecha, está claro que fue el tipo más inteligente en la campaña, el que le habló a la gente de las cosas que le interesan, como su plan de trabajo para los mayores de 45, donde me anoto. Fue el único que no hizo sanata sino que presentó propuestas. Agrego como curiosidad, que Buenos Aires se hizo feminista: las tres primeras candidatas fueron mujeres. FDC.
 


Don Abel Fernández

Como siempre tus observaciones, además de parecerme interesantes, suelo compartirlas. Pero qué otra cosa podemos intentar a nuestra (no la digamos por favor) edad sino desparramar algunas gotas de agua, que tanto faltará en el futuro mediato en el planeta.


Sinceramente no sé como debemos hacer para modificar las cosas. El poder de las corporaciones y la sumisión de nuestra clase política parece crecer mientras nos dicen por ejemplo que en el día de la madre se vendieron en nuestro país 400.000 nuevos celulares y que en el último fin de semana largo del año se vendieron todos los pasajes aéreos o terrestres.


En fin. Es triste pero tenemos un compromiso con nuestra historia y con nuestras convicciones que no pasan tan solo por un partido político sino por la gente (o no es más preciso decir pueblo?)

Un abrazo Alberto Delfico
 

 

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